lunes, 12 de junio de 2017

Funciones y sistemas de nutricion: El sistema respiratorio

El sistema respiratorio


Está constituido por las vías respiratorias y los pulmones. En los millones de alveolos pulmonares que forman los pulmones se producen los intercambios de gases entre el aire inspirado y la sangre. Este sistema es el nexo entre el medio externo y el medio interno (las células del cuerpo), que hacen posible el pasaje de los gases involucrados en la respiración.

 El mecanismo de la respiracion:


Los movimientos respiratorios están coordinados por un centro nervioso que responde a los niveles de oxígeno y dióxido de carbono presentes en la sangre, y que controla los movimientos de los músculos intercostales y del diafragma.
Cuando reciben el impulso nervioso, el diafragma y los músculos intercostales se contraen. El diafragma contraído se aplana y los músculos intercostales abren la caja torácica y elevan las costillas. Ambos movimientos aumentan el volumen del tórax y disminuyen la presión en el interior de los pulmones, lo que provoca una diferencia de presión con respecto a la atmosférica, que induce la entrada de aire.
Luego, el diafragma y los músculos intercostales se relajan de tal manera que el volumen torácico disminuye y el aire es expulsado al exterior.
Si se produce alguna deficiencia en el funcionamiento del diafragma, los movimientos de los músculos intercostales son suficientes para mantener la respiración; lo mismo ocurre si estos fallan.
Los mecanismos de regulación también provocan ambos en el ritmo respiratorio y en el volumen de aire en movimiento. Cuando el nivel de oxigeno es alto, la frecuencia respiratoria disminuye; cuando el nivel de dióxido de carbono es alto, la frecuencia respiratoria aumenta.

Frecuencia respiratoria:

Debido a la enorme capacidad de sus pulmones, los seres humanos pueden desarrollar trabajos musculares durante tiempos prolongados. La frecuencia respiratoria en estado de reposo es aproximadamente de 15 a 20 respiraciones por minuto. Cuando la actividad física se incrementa, dicha frecuencia puede aumentar el doble. La mismo tiempo, las respiraciones son las profundas y el volumen del aire intercambiado en cada una de ellas es mayor.
Este aumento está relacionado con el mayor requerimiento de oxígeno en los músculos, y coincide con el incremento de la frecuencia cardiaca.
Durante la respiración acelerada o jadeo, se extrae más cantidad de oxigeno del aire inspirado que en condiciones de reposo. Los los músculos, la extracción de oxigeno desde la sangre también aumenta.

 El recorrido del aire hasta llegar a los pulmones:

El aire puede ingresar al sistema respiratorio por dos vías: los orificios de la nariz o la boca. Sin embargo, solamente cuando la inspiración es a través de la nariz se evita que ingrese aire frio a los pulmones y que provoque irritación en los tejidos de los órganos respiratorios. Esto se debe a que la cavidad nasal está muy irrigada. Así, a medida que el aíre la atraviesa, la sangre que circula le transfiere calor hasta que la temperatura del aire inhalado sea iguala a la temperatura corporal (o aproximadamente).
La nariz esta revestida en su interior por una mucosa con vellosidades o cilias que retienen las partículas de polvo, los microorganismos y otros materiales que ingresan junto con el aire y que pueden resultar nocivos. Una vez retenidas, estas partículas son eliminadas con las mucosidades en forma voluntaria a través del estornudo. Cuando el aire ingresa por la boca, estas partículas no son filtradas y pueden ingresar al sistema respiratorio.
El recorrido del aire continúa por la faringe. Este conducto está delimitado por la epiglotis.
El aire pasa por la laringe y, luego, por la tráquea. Los anillos de las paredes de la tráquea son lo suficientemente elásticos como para mantener abierto el conducto, aun cuando la cabeza y el cuello se encuentran flexionados. En los bronquios, el aire se distribuye hacia ambos pulmones.

El recorrido del aire en los pulmones:


El aire se adentra en los pulmones  a través de las numerosas ramificaciones de los bronquiolos hasta llegar a los alveolos pulmonares. El interior de los bronquios y bronquiolos, al igual que la tráquea, también está revestido por una mucosa y cilias, que retienen las partículas extrañas.
Los pulmones poseen una extensa superficie que permite abastecer de oxígeno al organismo. Si se desplegaran completamente todos los alveolos que los forman cubrirían un área de unos 80 m2 que equivale, aproximadamente, a 40 veces la superficie externa del cuerpo. Como en el caso del intestino delgado, esta superficie tan amplia tiene cabida en un espacio relativamente reducido del cuerpo.
El pulmón derecho es de mayor tamaño que el izquierdo, y está formado por tres lóbulos. El pulmón izquierdo esta constituido por dos lóbulos, y su menor tamaño esta relacionado con la inclinación del corazón hacia ese costado del tórax.
Aunque su principal función es llevar a cabo el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono con la sangre, estos órganos también contribuyen al mantenimiento de la temperatura corporal y al control del equilibrio de los fluidos corporales y de la acidez de la sangre.
Una vez realizados los intercambios gaseosos, el aire recorre el camino inverso al descripto y es eliminado al exterior por la nariz o la boca.




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